jueves, 8 de octubre de 2009

Toda una vida de inclusión escolar

TODA UNA VIDA DE INCLUSIÓN ESCOLAR


Mi nombre es Ana Betty Galeano Henao.
Docente de Apoyo de la Institución Educativa José Acevedo y Gómez del Municipio de Medellín.

Quiero contarles que toda mi vida he estado dedicada a trabajar y ha brindar oportunidad a todos los niños y niñas en condición de discapacidad, a los excluidos y los que tienen grandes dificultades para el aprendizaje.

Desde que yo estaba pequeña me llamo la atención la docencia, siempre le enseñaba a los chicos de mi barrio que no sabían leer, ni escribir y menos realizar operaciones básicas.

Cuando salí de la Normal de Envigado, empecé a trabajar en un colegio en Itagui llamado Nuestra Señora, allí iban todas las jóvenes que reprobaban los años en el sector oficial y no las recibían en ninguna parte, eran todas con extra edad y con dificultades comportamentales, emocionales y de aprendizaje, luego empecé a trabajar con el departamento en el municipio de Don Matías, en la vereda Romazón y luego en la vereda Pradera, allí conocí mi primer estudiante con discapacidad, era un niño sin lenguaje, solo emitía unos alaridos, torpe para caminar, pero era muy hermoso y me decía con sus gestos que quería estar en la escuela, yo no venia ningún problema que compartiera con los demás niños, cierto día averigüe con la jefe de educación especial de aquel entonces que podía hacer con él y me dijo que estos niños no pertenecían al sistema educativo, que no lo podía matricular en la escuela, pero como yo era la directora no lo matricule, pero si le permití que asistiera a clase como todos los demás niños, progreso mucho a nivel social, me hacia los mandados, recogía las guías de trabajo y realizada algunas actividades, le dí la oportunidad de ser niño.

Cuando me trasladaron a la cuidad de Medellín siempre critique la educación especial existente en el momento, por asar del destino me ofrecieron una permuta con una profesora de educación especial, la cual acepté, en este programa solo dure un año, cuando la jefe María Consuelo Jiménez, me dice Ana Betty los niños especiales en España asistente a la escuela, hagamos lo mismo aquí, con los niños nuestros.

Entonces empecé a buscar niños en el barrio, hasta completar un número de 20 con distintas discapacidades, la primera que me encontré fue a Blanca Nubia con síndrome de Dawn, síndrome de Goldenar, corazón crecido y más, le dije al madre que me la dejará llevar para la escuela, que yo me encargaba de ella, pero la mamá me decía que la niña se moría a los 10 años, que para que la íbamos a poner a estudiar, que ella no aprendía nada, la convencí y me permitió llevarla a la escuela, entonces yo la dejaba que disfrutara al máximo, le encantaba el baloncesto y como todas sabíamos que ella se iba ha morir muy ligero todo se lo dejábamos hacer, hoy ya tiene 25 años y vive feliz, se le mejoró su calidad de vida, no solo a ella sino también a muchos más.

A pesar que la directora Eloina me apoyaba, encontré rechazo por parte de algunas compañeras, las cuales decían que me iba a enloquecer, que se me iba a pegar la bobada, la enfermedad etc., etc., más sin embargo seguí adelante; me recorrí todas las instituciones que atendían chicos con discapacidad, preguntaba que les enseñaban, como lo hacían, hasta que un día, me dije: Un niño con discapacidad, quiere lo que todos los niños, quieren hacer, jugar y por medio del juego aprender, me dedique ha hacer eso, jugar para aprender ,luego adapte el plan de estudios del nivel A y con el trabajé hasta que en el año 2000 cuando apareció la integración escolar, y luego la inclusión, ha sido un proceso demasiado lento, pero lo que empecé como una locura, como un deseo de transformar, dé implementar una educación para todos ahora es una realidad.

En el momento los niños en condición de discapacidad la mayoría saben leer, escribir, hacen operaciones básicas sencillas, casi nunca faltan a la escuela, saben nadar, participan en Olimpiadas Especiales, asisten a todos los eventos preparados por la institución, la familia y la sociedad, no se excluyen para nada, algunos pasan desapercibidos, por la experiencia y los logros alcanzados por mis estudiantes fui premiada en el 2008,con la Medalla Samuel Barrientos que otorga la Alcaldía de Medellín, cabe anotar que este trabajo a sido productivo gracias a la colaboración de algunas compañeras y compañeros de trabajo , que me han apoyado y han creído en mí.
Invito a todos mis compañeros y compañeras a pensar en una educación para todos, con calidad, equidad y oportunidad

Toda una vida de inclusión escolar

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